Metodología

  • Método Cemedete

  • En el año 1967, un grupo de profesionales (Médicos, psicólogos, pedagogos, logopedas, psicomotricistas,…) dirigidos por el Dr. José Moyá Trilla, se reúne en torno a un ideal médico, psíquico y pedagógico que pretendía optimizar el desarrollo de l@s niñ@s distintos.

    El método Cemedete se aplica desde 1978 (Congreso de Buenos Aires del Niño Aislado) y ha obtenido numerosos reconocimientos y premios a nivel nacional e internacional.

    El método se basa en estimular el desarrollo y la armonía de los aspectos motóricos, afectivos, cognitivos y de comunicación y lenguaje desde los primeros niveles de la vida, utilizando los propios estímulos naturales, adecuados al nivel de cada alumno/a para que el ritmo evolutivo sea el propio de cada niño/a.

    Se trata que además de enseñar al niño, vivamos con el niño y en el niño, una serie de experiencias vitales a través de un “espacio lúdico”, donde se ofrece un modelo de identidad fundado tanto en el SER como en el HACER. No se trata solamente de cada niño/a aprenda a HACER las “cosas” que corresponden en cada momento sino de que cada cual aprenda a vivir de acuerdo con lo que ES.

  • El objetivo de El Nido de Patricia es que los niños logren un desarrollo armónico, gradual y equilibrado.

    El objetivo del centro de Educación Infantil El Nido de Patricia es que los niños logren un desarrollo armónico, gradual y equilibrado de todas las capacidades de su dotación genética porque el desarrollo global del ser humano depende de los potenciales genéticos que hereda, pero los resultados prácticos de la manera de ser, dependen del modo como han sido estimulados estos potenciales por el ambiente educativo (familia y escuela), desde las primeras vivencias.

  • Esquema corporal:

    Es la imagen de representación mental de nuestro cuerpo interior y exterior. El método Cemedete no se trata de elaborar solamente conocimientos intelectuales, sino de estimular sensaciones interiores que lentamente deben llegar a incorporarse en estructuras pertenecientes al propio yo.

    Percepción:

    Capacidad de integrar los mensajes sensoriales en esquemas de conocimiento. Reconocen de forma visual y táctil formas concretas, formas geométricas, tamaños y finalmente los colores básicos, relacionándolos con el lenguaje y con los códigos verbales adecuados para asociar el conocimiento con la capacidad de archivo y utilización.

    Ritmo inhibición y control:

    El sentido del ritmo tiene una base genética pero el nivel de su desarrollo depende fundamentalmente de la educación recibida. Por otro lado, la inhibición y el control actúan pautando los tiempos de pausa y acción de los circuitos neuronales y así facilitar la organización de las diferentes actividades cerebrales; especialmente, las respuestas automáticas aprendidas y coordinadas, que son aquellas conductas que una vez aprendidas somos capaces de llevar a cabo SIN NECESIDAD DE TENER QUE PRESTARLES ATENCIÓN PERSONAL.
    Ejemplos: Manejo de los cubiertos, vestirse y desvestirse, movimientos grafomotrices de la escritura…etc.

    Psicomotricidad

    El educador se propone como modelo proporcionando a los niños experiencias sobre la dinámica motriz de su cuerpo, el desarrollo de esquemas básicos de coordinación y la integración de un adecuado control, dominio y equilibrio corporal para desarrollar los movimientos automáticos propios de la cultura a la que pertenecemos.

    Lenguajes y comunicación

    Aplicación práctica de sistemas rítmicos en el lenguaje gestual, oral, musical, y desarrollo de la coordinación oculo-manual.

    Experimentación:

    Son actividades que nos permiten conocer de forma vivencial el mundo que nos rodea, desarrollar los sentidos y la motricidad fina, así como fundamentar las bases de la identidad personal, familiar y cultural.

    Por otro lado, en nuestra guardería incluimos el inglés dentro del programa escolar para estimular esa zona del cerebro donde se graban los programas del lenguaje. 
    Se trata de estimular el desarrollo de la capacidad cerebral para determinar y fijar las distintas frecuencias para preparar la audición diferenciada del ritmo y, en definitiva, de cultivar la “finca” cerebral de nuestros niñ@s con vistas a la «buena siembra y mejor cosecha».